La transición hacia energías renovables es un tema candente en la actualidad, especialmente en países como España y California, que han experimentado un notable crecimiento en la generación de energía solar. Sin embargo, a pesar de las similitudes en su capacidad solar instalada, la gestión de esta energía durante las horas nocturnas presenta un desafío significativo. Este artículo explora cómo el almacenamiento energético, particularmente a través de baterías, puede transformar el panorama energético de España, siguiendo el ejemplo de California.
**Crecimiento de la Energía Solar en España y California**
Ambos territorios han visto un aumento exponencial en su capacidad solar en los últimos años. En España, la capacidad instalada de energía solar ha pasado de 4.526 megavatios (MW) en 2018 a 31.806 MW en 2024. Por su parte, California ha incrementado su capacidad de 10.794 MW a 22.325 MW en el mismo período. Este crecimiento ha permitido que la energía solar se convierta en una fuente crucial para satisfacer la demanda eléctrica durante el día. Sin embargo, la verdadera prueba radica en cómo ambos sistemas manejan la energía generada cuando cae la noche.
Una de las principales diferencias entre ambos sistemas es la implementación de baterías para el almacenamiento de energía. En California, se han instalado cientos de baterías que permiten almacenar el exceso de energía solar generada durante el día, para ser utilizadas durante las horas de mayor demanda nocturna. En contraste, España ha hecho poco en este aspecto, con solo 25 MW de capacidad de almacenamiento en baterías, en comparación con los más de 15.000 MW en California.
**El Papel Crucial de las Baterías en la Gestión Energética**
Las baterías no solo permiten almacenar energía, sino que también ofrecen estabilidad y flexibilidad al sistema eléctrico. Según expertos en energía renovable, como Xavier Cugat, es fundamental que España comience a implementar un sistema de almacenamiento robusto para aprovechar al máximo su capacidad solar. Durante las horas pico de consumo, como las 21:00 horas en la península, la falta de luz solar se cubre actualmente con energía de plantas hidroeléctricas y térmicas de gas, lo que no es sostenible a largo plazo.
La capacidad de las baterías para responder rápidamente a la demanda de energía es otro de sus beneficios. Pueden liberar energía en milisegundos, lo que resulta crucial en situaciones de alta demanda o apagones. Además, su capacidad de almacenamiento ha mejorado significativamente, permitiendo que las baterías actuales puedan mantener energía durante más tiempo, lo que es esencial para cubrir los picos de demanda nocturna.
En California, durante el mes de mayo, las baterías aportaron casi 8.000 MW, cubriendo el 28% de la demanda nocturna. Este tipo de capacidad de almacenamiento podría ser replicado en España si se implementaran las baterías adecuadas. La proyección del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) de España es alcanzar entre 10 y 12 GW de almacenamiento energético en baterías para 2030, lo que representa un aumento significativo respecto a la capacidad actual.
Sin embargo, la implementación de este plan no está exenta de desafíos. La burocracia y la falta de un marco regulatorio claro han dificultado el avance en la instalación de sistemas de almacenamiento. Luis Marquina, presidente de la Asociación Empresarial de Pilas, Baterías y Almacenamiento Energético (AEPIBAL), señala que es crucial que las comunidades autónomas faciliten la tramitación de permisos para que las baterías puedan instalarse en suelos rústicos, algo que actualmente no se permite.
**Perspectivas Futuras y Oportunidades**
A medida que España avanza hacia su objetivo de aumentar la capacidad de almacenamiento, es vital que se establezcan incentivos para que las plantas fotovoltaicas integren sistemas de almacenamiento. Esto no solo garantizará la rentabilidad de las inversiones, sino que también permitirá una mayor estabilidad en el suministro eléctrico. La creación de un mercado de capacidades, donde se contrate la capacidad de generación o almacenamiento a largo plazo, podría ser un paso crucial para asegurar la viabilidad económica de estos proyectos.
La experiencia de California demuestra que un enfoque proactivo en la instalación de baterías puede transformar la manera en que se gestiona la energía solar. Si España puede aprender de este modelo y acelerar su transición hacia un sistema de almacenamiento eficiente, podría no solo satisfacer su demanda energética de manera más sostenible, sino también liderar el camino en la adopción de energías renovables en Europa. La clave estará en la colaboración entre el gobierno, las empresas y la sociedad para crear un marco que fomente la innovación y la inversión en tecnologías de almacenamiento energético.
