El 432 Park Avenue, un rascacielos emblemático de Nueva York, se ha convertido en el centro de una controversia debido a graves problemas estructurales que han llevado a sus propietarios a presentar una demanda. Esta torre, que se erige como una aguja en el horizonte de Manhattan, alcanzó una altura de 420 metros y fue considerada la torre residencial más alta del mundo hasta 2020. Su diseño estilizado y su ubicación privilegiada la convirtieron en un atractivo irresistible para multimillonarios y celebridades, como la famosa actriz Jennifer López, que adquirió una de sus lujosas propiedades.
Los precios de los apartamentos en el 432 Park Avenue oscilan entre 15 millones de euros por un piso de tres habitaciones en las plantas inferiores y hasta 140 millones por el exclusivo ‘penthouse’. Sin embargo, la imagen de lujo y sofisticación se ha visto empañada por una serie de fallas estructurales que han llevado a los propietarios a denunciar «miles» de grietas y otros problemas serios en la fachada del edificio. La situación ha escalado hasta el punto de que se han interpuesto demandas por fraude contra los promotores, constructores y arquitectos involucrados en el proyecto.
Los daños estimados ascienden a unos 150 millones de euros, lo que refleja la magnitud de los problemas que enfrenta el rascacielos. A pesar de que el edificio fue diseñado con cimientos profundos en la roca de la isla y cuenta con avanzados amortiguadores para mitigar el balanceo, los propietarios han reportado una grieta de 25 centímetros de profundidad en el núcleo del edificio, así como corrosión en el acero de las columnas y desconchados en la fachada de hormigón blanco.
Desde su finalización en 2015, las quejas no han cesado. En los primeros dos años, los residentes ya habían reportado más de una veintena de «fugas de agua». En 2021, el condominio, que representa a los propietarios, presentó su primera demanda debido a fallas en los ascensores y a la baja eficiencia energética del edificio, entre otros defectos. Los propietarios han comenzado a hablar de una supuesta «conspiración» entre los promotores McGraw Hudson Construction y CIM Group, así como la firma de ingeniería WSP y los arquitectos SLCE Architects, acusándolos de ocultar los problemas de la infraestructura y de ignorar advertencias previas sobre los riesgos potenciales.
Los afectados han presentado pruebas que incluyen documentos que detallan la resistencia del hormigón de la fachada, que ahora se cuestiona. Los propietarios buscan que se instale un nuevo revestimiento para solucionar los problemas estructurales. Actualmente, hay 13 apartamentos en venta en el rascacielos, de un total de 104 construidos, lo que indica que algunos residentes han decidido abandonar el edificio ante la creciente preocupación por su seguridad y habitabilidad. Recientemente, se vendieron otras 23 propiedades, lo que sugiere que, a pesar de los problemas, el interés por el inmueble aún persiste entre algunos compradores.
El 432 Park Avenue, que fue diseñado para ser un símbolo de lujo y modernidad, ahora enfrenta un futuro incierto. Las fallas estructurales han puesto en entredicho la calidad de la construcción y la viabilidad de vivir en un edificio que, a pesar de su impresionante diseño, ha demostrado ser vulnerable a las inclemencias del tiempo y a problemas de mantenimiento. La situación ha generado un debate sobre la responsabilidad de los arquitectos y constructores en proyectos de tal envergadura, así como sobre la necesidad de una mayor regulación en la industria de la construcción para garantizar la seguridad de los futuros residentes.
Mientras tanto, los propietarios continúan luchando por sus derechos y por la reparación de los daños que han sufrido. La historia del 432 Park Avenue es un recordatorio de que incluso los edificios más icónicos pueden enfrentar desafíos imprevistos, y que la búsqueda de la perfección arquitectónica a veces puede tener un costo muy alto.