La exvicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, ha hecho una sorprendente reaparición en la Gala Met 2025, un evento que se ha convertido en un símbolo de la moda y la cultura contemporánea. Este año, la gala, que se celebra en el Metropolitan Museum de Nueva York, ha tenido como tema central la elegancia de los «dandis negros», lo que ha añadido un contexto significativo a la presencia de Harris en un momento político tenso en el país.
Harris, quien había mantenido un perfil bajo desde su derrota electoral ante Donald Trump, sorprendió a todos al aparecer en la gala sin previo aviso. Su vestido, de estilo ochentero y en tonos blanco y negro, fue una declaración sutil pero poderosa: «He vuelto». Este mensaje resonó en un evento que no solo celebra la moda, sino que también aborda temas de diversidad y equidad, en contraposición a la administración actual que ha sido criticada por su falta de apoyo a estos ideales.
La Gala Met, que se celebra cada primer lunes de mayo, ha sido un punto de encuentro para celebridades de diversas disciplinas, incluyendo a Rihanna, Pharrell Williams, y Shakira, quienes han desfilado por la alfombra azul. Sin embargo, la atención se centró en Harris, quien no figuraba en la lista de invitados previamente anunciada. Su aparición marcó un regreso significativo al escenario público, especialmente en un contexto donde la democracia estadounidense enfrenta desafíos.
En su discurso previo a la gala, Harris había advertido sobre la erosión de los «pesos y contrapesos» que sostienen la democracia en Estados Unidos bajo la administración de Trump. Este contexto político ha hecho que su presencia en la gala sea aún más relevante, ya que el evento se ha convertido en un símbolo de resistencia y celebración de la diversidad en un momento en que estas cualidades están siendo atacadas.
Por otro lado, la figura de Donald Trump ha estado ausente de la Gala Met desde 2012, cuando fue vetado por la organización. Este veto, impulsado por Anna Wintour, editora de Vogue y responsable de la lista de invitados, refleja una postura clara en contra de las políticas del expresidente. Durante años, Trump fue un habitual de la gala, incluso llegando a proponer matrimonio a Melania en una de sus ediciones. Sin embargo, su imagen y sus posturas políticas han llevado a su exclusión de este evento que promueve la inclusión y la diversidad.
La Gala Met no solo es un evento de moda, sino también una plataforma que refleja los valores de la sociedad contemporánea. La decisión de Wintour de vetar a Trump y a otros personajes públicos que no se alinean con estos ideales ha sido un tema de conversación recurrente. La propia Ivanka Trump, así como otras figuras, también han sido excluidas por comentarios o acciones que contradicen la misión de la gala.
Este año, la gala logró recaudar 31 millones de dólares para el Instituto de Moda del Museo de Arte Metropolitano, con más de cuatrocientos asistentes que pagaron 75,000 dólares cada uno por su invitación. Sin embargo, el acceso a este evento exclusivo no solo depende del dinero, sino también de la aprobación de Wintour, quien ha estado al mando de la gala desde 1995. Esto asegura que cada detalle, desde la comida hasta el vestuario, esté cuidadosamente seleccionado.
Una vez que las puertas de la gala se cierran, el misterio se apodera del evento. Los asistentes están prohibidos de compartir lo que ocurre dentro, lo que añade un aire de exclusividad y secreto a la noche. Este año, la presencia de Harris ha añadido un nuevo capítulo a la historia de la Gala Met, convirtiéndola en un evento no solo de moda, sino también de declaraciones políticas y sociales en un momento crucial para Estados Unidos.