La violencia en Suecia ha alcanzado un nuevo nivel de preocupación tras un tiroteo ocurrido en una peluquería de Uppsala, donde al menos tres personas han perdido la vida. Este incidente, que tuvo lugar en un día festivo, ha dejado a la comunidad en estado de shock y ha reavivado el debate sobre la creciente criminalidad en el país nórdico.
El ataque se produjo en la plaza Vaksala, un lugar que normalmente es un punto de encuentro tranquilo. Testigos presenciales relatan que un hombre enmascarado irrumpió en el local y comenzó a disparar, dejando a tres jóvenes muertos, cuyas edades oscilan entre los 15 y 20 años. Las víctimas estaban en el salón de belleza cuando fueron atacadas, y dos de ellas aún llevaban la capa de corte de pelo cuando fueron encontradas.
La policía local ha detenido a un joven de 16 años como el principal sospechoso del ataque. Las autoridades están investigando si este tiroteo está relacionado con un ajuste de cuentas entre bandas criminales, un fenómeno que ha ido en aumento en Suecia en los últimos años. El fiscal Andreas Nyberg ha indicado que la escena del crimen sugiere que las víctimas eran objetivos específicos, lo que refuerza la teoría de un posible vínculo con el crimen organizado.
La violencia entre bandas ha sido un tema recurrente en Suecia, que ha visto un aumento en la tasa de homicidios por arma de fuego, convirtiéndose en el país europeo con la mayor tasa de este tipo de crímenes. A pesar de que la policía reportó una disminución en el número de tiroteos en 2024, la violencia sigue siendo una preocupación constante. En el último año, se registraron 296 tiroteos, lo que representa una caída del 20% respecto al año anterior, pero la percepción de inseguridad persiste entre los ciudadanos.
Este tiroteo en Uppsala no es un caso aislado. La ciudad ha sido escenario de violencia relacionada con bandas en el pasado, y el asesinato de la madre de un líder de una banda en 2024 desató una serie de represalias que afectaron a varias localidades del país. La situación ha llevado al Gobierno sueco a considerar el uso del ejército para ayudar a controlar la violencia en las calles.
El tiroteo también ha suscitado reacciones de la comunidad local. Henrik Envall, un comerciante de la zona, expresó su preocupación por la normalización de la violencia en la sociedad sueca. «Para ser honestos, estamos empezando a acostumbrarnos a actos así, pero no es nada agradable», comentó. Esta percepción de inseguridad se ha extendido más allá de Uppsala, afectando a otras ciudades suecas donde la violencia ha comenzado a ser una realidad cotidiana.
El contexto de este ataque es particularmente alarmante, ya que Suecia ha sido históricamente vista como un modelo de bienestar y seguridad. Sin embargo, la realidad actual contrasta con esa imagen, y la violencia se ha infiltrado en diversos aspectos de la vida cotidiana, incluyendo las escuelas. Entre 2010 y 2022, se registraron varios incidentes mortales en centros educativos, lo que ha llevado a un aumento de la preocupación entre padres y educadores.
La policía ha establecido un amplio dispositivo de seguridad en la zona del tiroteo, incluyendo controles en las salidas de la ciudad y la utilización de helicópteros para sobrevolar el área. A pesar de los esfuerzos de las autoridades, la comunidad sigue demandando respuestas y soluciones efectivas para frenar la ola de violencia que ha sacudido al país.
El tiroteo en Uppsala es un recordatorio de que la lucha contra el crimen organizado y la violencia en Suecia está lejos de ser resuelta. A medida que las investigaciones continúan, la sociedad sueca se enfrenta a la dura realidad de que la violencia, que alguna vez se consideró ajena a su cultura, se ha convertido en un problema que requiere atención urgente y acciones decisivas por parte de las autoridades.