La Agencia Espacial Europea (ESA) ha lanzado una misión innovadora llamada Biomass, cuyo objetivo es proporcionar información crucial sobre el estado de los bosques a nivel global. Esta misión no solo se centra en la observación de la vegetación, sino que también busca entender el papel de los bosques en el ciclo del carbono y su impacto en el clima. A través de tecnología avanzada, Biomass promete revolucionar nuestra comprensión de los ecosistemas forestales y su evolución en un mundo en constante cambio.
### La Importancia de la Misión Biomass
Biomass es el séptimo satélite del programa ‘Earth Explorer’ de la ESA, diseñado específicamente para estudiar los complejos sistemas de nuestro planeta. Este satélite es pionero al utilizar un radar de apertura sintética de banda P, que permite penetrar en el interior de los bosques y medir su altura mediante imágenes interferométricas. La longitud de onda de aproximadamente 70 centímetros del radar es fundamental, ya que le permite atravesar la densa cobertura forestal y acceder a la biomasa, donde se almacena la mayor parte del carbono de los árboles.
Simonetta Cheli, directora de Programas de Observación de la Tierra de la ESA, ha destacado la relevancia de esta misión al afirmar que Biomass proporcionará datos vitales sobre la cantidad de carbono almacenado en los bosques del mundo. Esta información es esencial para comprender mejor el ciclo del carbono y, en última instancia, el sistema climático de la Tierra. Con el aumento de las temperaturas y los cambios en el uso de la tierra, es crucial que los científicos tengan acceso a datos precisos sobre cómo las reservas de carbono están cambiando.
La misión Biomass no solo se limita a la medición de la biomasa, sino que también tiene como objetivo cartografiar la geología del subsuelo en desiertos, las estructuras de las capas de hielo y la topografía del suelo forestal. Esto permitirá a los investigadores obtener una visión más completa de cómo los bosques interactúan con otros elementos del medio ambiente y cómo estos cambios pueden afectar la biodiversidad.
### El Lanzamiento y la Operación de Biomass
El satélite Biomass fue lanzado el 29 de abril de 2025 desde el Puerto Espacial Europeo en Kourou, Guayana Francesa, a bordo del cohete Vega-C. Desde su colocación en órbita a una altitud de 666 kilómetros, los controladores de la ESA han estado trabajando en la fase de lanzamiento y órbita inicial, asegurándose de que todos los sistemas del satélite funcionen correctamente. Esta fase es crítica, ya que incluye maniobras complejas para desplegar el reflector de malla de doce metros de ancho, sostenido por un mástil de 7,5 metros.
La misión Biomass está programada para durar más de cinco años, durante los cuales se llevarán a cabo ocho ciclos de crecimiento en los bosques. Esta misión se divide en dos fases: la primera, de 18 meses, utilizará técnicas de tomografía para crear un mapa tridimensional de la estructura de los bosques. La segunda fase se centrará en la elaboración de cinco mapas globales que estimarán la altura y la biomasa por encima del suelo.
La participación española en esta misión es significativa, ya que la empresa Sener, un grupo privado de ingeniería y tecnología, ha colaborado en el desarrollo del subsistema de amplificación de recepción (RAS) del satélite. Este subsistema es crucial para amplificar las señales de radar recibidas, garantizando así una alta precisión en la captura de datos. Además, Sener ha sido responsable del diseño, fabricación y prueba de los dispositivos de ensamblaje de la estructura del satélite, lo que demuestra la capacidad técnica y la innovación de la industria española en el ámbito espacial.
La misión Biomass representa un avance significativo en la forma en que los científicos pueden estudiar y entender los bosques del mundo. A medida que el cambio climático continúa afectando a nuestro planeta, la capacidad de monitorear y analizar la salud de los ecosistemas forestales se vuelve cada vez más crítica. Con la información que proporcionará Biomass, los investigadores podrán tomar decisiones más informadas sobre la conservación y gestión de los recursos naturales, contribuyendo así a la lucha contra el cambio climático y la pérdida de biodiversidad.