La situación del Sevilla FC en su estadio, el Ramón Sánchez-Pizjuán, ha pasado de ser un bastión temido por los rivales a convertirse en un lugar donde cualquier equipo puede salir con puntos. Este cambio drástico ha dejado a la afición en un estado de frustración y desánimo, ya que el equipo ha registrado un rendimiento alarmante en casa durante las últimas temporadas. La historia reciente del club se ha visto marcada por una serie de resultados decepcionantes que han llevado a los nervionenses a una crisis sin precedentes.
### Un Fortín que Ya No Es
El Sevilla FC ha sido conocido por su fortaleza en casa, donde la afición solía crear un ambiente intimidante para los equipos visitantes. Sin embargo, desde la temporada 2022, este escenario ha cambiado drásticamente. En los últimos tres años, el equipo ha firmado los peores registros de su historia en el Sánchez-Pizjuán, lo que ha llevado a una pérdida de confianza tanto en los jugadores como en la afición. La última victoria en casa se remonta al 14 de diciembre de 2024, un escaso 1-0 ante el RC Celta de Vigo, lo que resalta la incapacidad del equipo para hacerse fuerte en su propio terreno.
Los números son elocuentes: en la actual temporada 2024/25, el Sevilla ha logrado solo cinco victorias en 16 partidos en casa. Este rendimiento ha sido un factor clave en la lucha del equipo por evitar el descenso, ya que han dejado escapar 28 puntos de los 48 en juego. La afición se pregunta cómo ha sido posible que un club con tanta historia y éxito haya caído en una situación tan precaria.
### La Larga Sombra de la Crisis
La crisis del Sevilla FC no es solo un problema de resultados, sino que también refleja una falta de identidad y dirección en el club. Desde la temporada 2022/23, el equipo ha visto pasar a varios entrenadores, incluyendo a Julen Lopetegui, Jorge Sampaoli y José Luis Mendilibar, sin que ninguno haya logrado revertir la situación. La incapacidad para ganar en casa ha llevado a una presión creciente sobre el cuerpo técnico y los jugadores, quienes parecen estar atrapados en un ciclo de mediocridad.
Los últimos partidos han sido un reflejo de esta crisis. En la temporada actual, el Sevilla ha empatado en varias ocasiones, pero también ha sufrido derrotas dolorosas ante rivales directos. La falta de goles y la fragilidad defensiva han sido constantes en su juego, lo que ha llevado a que los rivales se sientan cada vez más cómodos al visitar el Sánchez-Pizjuán. La situación es tan crítica que incluso la Inteligencia Artificial estima que el Sevilla tiene un 4% de posibilidades de descender a Segunda División, lo que sería un golpe devastador para un club de su envergadura.
La afición, que solía ser el motor del equipo, ahora se siente decepcionada y desilusionada. El famoso grito de «Nervión no regala puntos» ha sido reemplazado por un sentimiento de impotencia. Cada partido en casa se ha convertido en una prueba de resistencia, donde los seguidores esperan ansiosos una victoria que parece cada vez más lejana. La presión sobre los jugadores es palpable, y la falta de resultados positivos solo agrava la situación.
### La Lucha por la Permanencia
A pesar de la crisis, el Sevilla FC se encuentra en una posición relativamente segura en la tabla, con seis puntos de ventaja sobre la zona de descenso. Sin embargo, la situación es engañosa, ya que el equipo ha perdido el ‘goal-average’ ante varios de sus rivales directos, lo que complica aún más su lucha por la permanencia. Los próximos partidos serán cruciales, ya que enfrentarán a equipos que también luchan por evitar el descenso, lo que añade una presión adicional a cada encuentro.
El calendario no es favorable, ya que el Sevilla deberá enfrentarse a equipos como el Real Madrid y otros aspirantes europeos. La necesidad de sumar puntos en casa es urgente, pero la falta de confianza y la presión acumulada podrían jugar en contra del equipo. La afición espera que el club pueda encontrar una solución a esta crisis y recuperar la fortaleza que una vez tuvo en su estadio.
La situación del Sevilla FC es un recordatorio de cómo el fútbol puede ser impredecible y cómo incluso los clubes más exitosos pueden caer en la mediocridad. La afición sigue esperando un cambio, un destello de esperanza que les devuelva la ilusión y la confianza en su equipo. Mientras tanto, el Sánchez-Pizjuán sigue siendo un lugar donde los puntos vuelan, y la lucha por la permanencia se intensifica cada jornada.