La tasa de ahorro de los hogares españoles se prevé que se reduzca al 13% en 2025, lo que representa un descenso de más de medio punto respecto al 13,6% registrado en 2024. Este cambio se atribuye a diversos factores económicos, incluyendo la política monetaria del Banco Central Europeo (BCE) y la incertidumbre económica que afecta a los hogares. Según Javier García Arenas, economista senior en la unidad de Macroeconomía del Departamento de Estudios de CaixaBank, esta tendencia a la baja en la tasa de ahorro es coherente con la dirección de la política monetaria actual.
En 2024, la tasa de ahorro se benefició de un aumento en la renta disponible, que creció un 8,7% en términos nominales. Este crecimiento fue impulsado por un notable avance en la remuneración de los asalariados, que aumentó un 7,7% gracias a la creación de empleo. El número de asalariados creció un 2,8%, y la remuneración por trabajador se incrementó en un 4,7%. Además, las prestaciones sociales también mostraron un aumento del 5,9% interanual, lo que contribuyó a la mejora de la renta bruta disponible.
El ahorro bruto de los hogares en 2024 alcanzó los 139.900 millones de euros, lo que equivale a más de 7.000 euros de ahorro por familia. Este porcentaje se mantuvo por encima del promedio histórico del 8,6% registrado entre 2000 y 2019. Sin embargo, se espera que en 2025 la capacidad de ahorro de los españoles disminuya, en parte debido a la política monetaria del BCE, que ha cambiado su enfoque hacia un endurecimiento de las condiciones financieras.
El economista García Arenas también destacó que el crecimiento de la renta bruta disponible en 2024 fue muy superior al aumento del gasto en consumo final de las familias, que creció un 7,1% en el mismo periodo. Para 2025, se estima que la renta bruta disponible continúe creciendo, aunque a un ritmo más moderado, con un aumento proyectado de más del 5%. Este crecimiento sigue siendo dinámico, impulsado por la fortaleza del mercado laboral y el aumento esperado en el gasto en pensiones.
En cuanto al gasto de los hogares, se anticipa un crecimiento cercano al 6% en 2025, aunque este ritmo será inferior al de 2024 debido a la menor inflación. García Arenas también advirtió que, en el cuarto trimestre de 2024, por primera vez desde 2022, el crecimiento de la renta bruta disponible fue menor que el del gasto en consumo final, lo que sugiere que la tasa de ahorro podría seguir descendiendo en 2025.
La incertidumbre en los mercados y en la sociedad es otro factor que podría influir en la capacidad de ahorro de los hogares. Para consolidar las dinámicas de ahorro de años anteriores, es crucial que esta incertidumbre se modere. La evolución de la tasa de ahorro y la renta disponible será un indicador clave para entender la salud económica de las familias españolas en el futuro cercano. En resumen, la tasa de ahorro de los hogares españoles está en una trayectoria descendente, influenciada por cambios en la política monetaria, el crecimiento de la renta y el gasto, así como la incertidumbre económica que prevalece en el entorno actual.