La lucha contra el cáncer de mama ha dado un paso significativo hacia adelante con la reciente investigación que sugiere una reducción drástica en el número de sesiones de radioterapia necesarias para el tratamiento. Según la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), se estima que más de 37.000 nuevos casos de cáncer de mama serán diagnosticados en España este año. Tradicionalmente, los tratamientos para este tipo de cáncer incluyen cirugía, quimioterapia, terapia hormonal y radioterapia, pero un nuevo estudio ha abierto la puerta a un enfoque más eficiente y menos estresante para las pacientes.
### Innovaciones en el Tratamiento de Radioterapia
Un estudio publicado en el International Journal of Radiation Oncology, Biology, Physics, conocido como Red Journal, ha revelado que es posible reducir el tratamiento de radioterapia a solo cinco sesiones, cada una con una dosis adicional de radiación en el lecho tumoral. Este enfoque no solo mantiene la eficacia del tratamiento, sino que también minimiza los efectos secundarios, lo que representa un avance significativo en la atención oncológica. La investigación, llevada a cabo por GenesisCare, incluyó a 242 pacientes con cáncer de mama y mostró resultados prometedores: a los seis meses del tratamiento, el 97% de las pacientes no presentaron signos de irritación en la piel y el 86% no experimentó inflamación.
El doctor Felipe Couñago, oncólogo radioterápico y director médico de GenesisCare España, enfatiza que este avance no solo se trata de reducir el número de sesiones, sino de lo que esto significa para las pacientes. «Menos tiempo de tratamiento se traduce en menos ansiedad, más autonomía y la posibilidad de retomar la vida cotidiana más rápidamente», explica.
### La Técnica SIB: Un Enfoque Eficaz
En algunos casos de radioterapia para el cáncer de mama, se recomienda administrar una dosis adicional sobre el lecho tumoral para disminuir la probabilidad de recurrencia local. Este estudio se refiere a la técnica SIB (Simultaneous Integrated Boost), que permite intensificar el tratamiento en el área de mayor riesgo mientras el resto de la mama recibe una dosis estándar. Esta metodología no solo maximiza la eficacia del tratamiento, sino que también evita el aumento de los efectos secundarios y la prolongación de la duración del tratamiento.
La implementación de un esquema de hipofraccionamiento ultracorto, que consiste en administrar dosis más altas en menos sesiones, permite reducir el tratamiento completo a solo cinco sesiones. Esto no solo mantiene los niveles de seguridad y efectividad, sino que también transforma la experiencia del paciente, haciéndola más llevadera y menos invasiva.
### Beneficios para el Paciente y el Sistema Sanitario
La investigación también destaca los beneficios que este nuevo enfoque puede aportar al sistema sanitario. La capacidad asistencial se incrementa significativamente; si un tratamiento que antes requería 30 sesiones ahora puede administrarse en solo cinco, se liberan recursos importantes que pueden ser utilizados para tratar a más pacientes. Esto también contribuye a la reducción de listas de espera, aliviando la carga asistencial y mejorando la planificación de los servicios de oncología.
Desde un punto de vista económico, menos sesiones implican un menor uso de equipamiento, reduciendo los gastos en infraestructura hospitalaria y permitiendo una gestión más eficiente del personal sanitario. El doctor Couñago concluye que este modelo terapéutico no solo transforma la experiencia de las pacientes, sino que también ofrece una solución eficaz para los retos de sostenibilidad del sistema sanitario. Al reducir la duración de los tratamientos sin comprometer la eficacia, se optimizan los recursos, se mejora la accesibilidad y se agilizan los tiempos de atención.
En resumen, la evolución en el tratamiento de la radioterapia para el cáncer de mama representa un avance significativo en la medicina oncológica. Con la posibilidad de reducir el número de sesiones y mantener la eficacia del tratamiento, se abre un nuevo horizonte para las pacientes, que podrán beneficiarse de una atención más rápida y menos invasiva. Este enfoque no solo mejora la calidad de vida de las pacientes, sino que también optimiza el funcionamiento del sistema sanitario, ofreciendo una solución más sostenible y accesible para todos.