El Partido Socialdemócrata Alemán (SPD) ha comenzado un proceso de consulta a sus bases para decidir sobre la aprobación de un acuerdo de coalición con los conservadores, un paso que podría definir el futuro político de Alemania. Lars Klingbeil, copresidente del SPD, ha advertido que un rechazo al acuerdo podría tener consecuencias desastrosas para el partido y el país. En un acto político en Hanover, Klingbeil enfatizó la importancia de la participación activa de los afiliados en el diseño del futuro del país, destacando que la votación es crucial para evitar que los conservadores se alineen con la ultraderecha.
La consulta, que se llevará a cabo desde el 15 hasta el 29 de abril, es un momento decisivo para el SPD, que enfrenta la oposición de sus juventudes socialdemócratas, los «Jusos», quienes han manifestado su desacuerdo con el acuerdo de 144 páginas, especialmente en lo que respecta a las políticas de migración y asuntos sociales. Klingbeil ha rechazado la posibilidad de renegociar el acuerdo, advirtiendo que un voto negativo podría llevar a nuevas elecciones o a un gobierno de minoría, lo que abriría la puerta a un fortalecimiento de la ultraderecha en el Bundestag.
Saskia Esken, co-presidenta del SPD junto a Klingbeil, se mostró optimista respecto a la votación, confiando en que la mayoría de los aproximadamente 360,000 afiliados apoyarán el acuerdo. Para que el acuerdo sea aprobado, no solo se requiere una mayoría favorable, sino que también es necesario que al menos el 20% de los afiliados participen en la votación. Esta se realizará de manera digital, con cada afiliado recibiendo una clave personal para acceder a la urna virtual.
El acuerdo de coalición, que coronaría a Friedrich Merz, líder conservador y presidente de la CDU, como nuevo canciller federal, incluye concesiones significativas por parte del SPD, como el aumento del salario mínimo a 15 euros la hora y reducciones fiscales para los ciudadanos de ingresos bajos y medios. Sin embargo, las medidas más controvertidas son aquellas que endurecen la política de asilo y migración, lo que ha llevado a los «Jusos» a exigir cambios en el documento.
Philipp Türmer, presidente de los «Jusos», ha declarado que su voto será de rechazo a menos que se realicen mejoras claras en el acuerdo. Hasta el momento, solo los socialcristianos bávaros han aprobado el acuerdo de coalición, mientras que la CDU tiene previsto hacerlo en un congreso extraordinario el 28 de abril. Si las bases del SPD también aprueban el acuerdo, el Bundestag celebrará un pleno el 6 de mayo para investir a Merz como nuevo jefe del gobierno alemán.
La situación actual del SPD refleja una lucha interna entre la necesidad de mantener una coalición estable y la presión de sus bases para adoptar posturas más progresistas, especialmente en temas sociales y de migración. La presión de los «Jusos» y otros sectores del partido podría complicar la aprobación del acuerdo, lo que a su vez podría tener repercusiones en la estabilidad del gobierno y en la política alemana en general.
La votación no solo es un reflejo de las tensiones internas del SPD, sino que también pone de manifiesto el delicado equilibrio que debe mantener el partido entre sus compromisos con los conservadores y las expectativas de sus afiliados. La próxima semana será crucial para determinar si el SPD puede consolidar su posición en el gobierno o si se verá forzado a enfrentar un futuro incierto en un panorama político cada vez más polarizado.