La cantante Katy Perry ha marcado un hito en la historia de la exploración espacial al convertirse en la primera artista en viajar al espacio en una misión compuesta exclusivamente por mujeres. Este emocionante evento tuvo lugar el 14 de abril de 2025, cuando Perry se unió a un grupo de destacadas mujeres en la misión NS-31 de Blue Origin, la compañía espacial fundada por Jeff Bezos. La tripulación, que incluía a la periodista Lauren Sánchez, la ingeniera Aisha Bowe, la emprendedora Amanda Nguyen, la escritora Gayle King y la productora de cine Kerianne Flynn, ascendió a 106 kilómetros sobre la superficie terrestre, cruzando la famosa línea de Kármán, el umbral que marca el inicio del espacio.
La experiencia de ingravidez fue uno de los momentos más esperados de la misión. Tres minutos después del lanzamiento, las tripulantes pudieron disfrutar de la sensación de gravedad cero, un fenómeno que les permitió flotar y experimentar la libertad que ofrece el espacio. Blue Origin compartió un video en la red social X (anteriormente conocida como Twitter), donde se podía ver a las mujeres riendo y disfrutando de las impresionantes vistas de la Tierra desde la cápsula. Este vuelo no solo representa un avance en la exploración espacial, sino también un símbolo de empoderamiento femenino en un campo históricamente dominado por hombres.
La misión NS-31 fue un éxito rotundo, despegando a las 15:30 hora española y aterrizando diez minutos y 21 segundos después, a las 15:40. Este breve pero significativo viaje se llevó a cabo desde el sitio de lanzamiento Launch Site One, en Texas, Estados Unidos. Al aterrizar, las tripulantes fueron recibidas con entusiasmo, y Katy Perry, visiblemente emocionada, se arrodilló y besó el suelo, un gesto que simboliza su conexión con la Tierra y la gratitud por la experiencia vivida. «Me siento muy conectada al amor; esta experiencia me ha enseñado cuánto amor hay en mi interior», declaró Perry, quien llevó consigo una margarita, una flor que representa la resiliencia y la belleza en cualquier circunstancia.
La misión NS-31 no solo es notable por la participación de Katy Perry, sino también porque es el segundo vuelo en la historia que ha estado compuesto únicamente por mujeres. La primera mujer en viajar al espacio fue la astronauta rusa Valentina Tereshkova en 1963, quien lo hizo en la misión Vostok 6. Desde entonces, el camino hacia la igualdad de género en la exploración espacial ha sido largo, pero este vuelo representa un avance significativo hacia la inclusión y la diversidad en un ámbito que sigue evolucionando.
La participación de mujeres en la industria espacial ha ido en aumento en los últimos años, y este vuelo es un testimonio del creciente reconocimiento de su capacidad y contribuciones. La misión NS-31 es un paso más hacia la igualdad de género en la ciencia y la tecnología, inspirando a futuras generaciones de mujeres a perseguir carreras en campos STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas). La visibilidad de figuras como Katy Perry en este contexto ayuda a derribar estereotipos y a fomentar un entorno más inclusivo.
La importancia de esta misión va más allá de la experiencia personal de las tripulantes. Representa un cambio cultural en la percepción de las mujeres en la ciencia y la exploración espacial. A medida que más mujeres asumen roles de liderazgo y participan en misiones espaciales, se abre la puerta a un futuro donde la diversidad y la inclusión son la norma, no la excepción. Este vuelo también subraya la necesidad de seguir apoyando y promoviendo la participación femenina en la ciencia y la tecnología, áreas que han sido tradicionalmente subrepresentadas por mujeres.
En un mundo donde la exploración espacial se está convirtiendo en una realidad cada vez más accesible, es fundamental que las mujeres tengan un lugar en esta nueva era. La misión NS-31 de Blue Origin no solo ha sido un éxito técnico, sino también un poderoso símbolo de lo que se puede lograr cuando se da voz y visibilidad a las mujeres en la ciencia. La historia de Katy Perry y sus compañeras de vuelo será recordada como un momento decisivo en la lucha por la igualdad de género en la exploración espacial y más allá. Este evento no solo inspira a las mujeres de hoy, sino que también sienta las bases para un futuro donde todos, independientemente de su género, puedan soñar y alcanzar las estrellas.