El gobernador del Banco de España, José Luis Escrivá, ha anunciado que la institución revisará a la baja sus previsiones de crecimiento económico debido a las políticas arancelarias implementadas por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. En declaraciones recientes, Escrivá indicó que la última proyección de crecimiento para la economía española era del 2,7%, un nivel considerado alto, pero que ahora se verá afectado por la incertidumbre generada por la guerra comercial.
Escrivá subrayó que la revisión de las previsiones no es sencilla y que aún no se puede determinar con precisión el nuevo porcentaje. La situación actual es compleja, y el Banco de España está monitorizando de cerca los efectos de las políticas arancelarias, que podrían tener un impacto significativo en la actividad económica mundial.
La guerra comercial ha generado lo que Escrivá describe como una «perturbación de oferta» que podría resultar en caídas de actividad económica o desaceleraciones en economías que, como la española, están creciendo a niveles relativamente altos. Aunque el gobernador evitó hablar de recesión, reconoció que habrá un impacto en la actividad económica.
Uno de los efectos más evidentes de estas políticas es el aumento de precios, resultado de las medidas de contrapeso que se están implementando para mitigar el impacto de los aranceles. Sin embargo, Escrivá también advirtió sobre efectos más difíciles de cuantificar, como las posibles disrupciones en las cadenas de suministro y el comercio internacional, que podrían segmentar aún más el mercado global.
Además, el gobernador destacó que la incertidumbre generada por la guerra comercial puede afectar la confianza de los consumidores e inversores, lo que podría llevar a una retracción en las decisiones de gasto. Este efecto podría manifestarse con cierto retraso, complicando aún más la tarea de estimar el impacto total de la situación.
La revisión de las previsiones económicas se produce en un contexto donde las tensiones comerciales entre Estados Unidos y otros países han aumentado, afectando a diversas industrias y sectores. Empresas de renombre como Levi’s y Black&Decker han sido identificadas como algunas de las mayores víctimas de esta guerra comercial, lo que resalta la amplitud del impacto.
El Banco de España no es el único organismo que está ajustando sus expectativas. A nivel global, muchos economistas y analistas están revisando sus proyecciones a medida que la situación evoluciona. La incertidumbre sobre cómo se desarrollarán las relaciones comerciales y las políticas económicas en el futuro inmediato sigue siendo alta, lo que dificulta la planificación a largo plazo.
Escrivá también mencionó que, además de los efectos directos de los aranceles, hay un efecto de confianza que puede ser igualmente perjudicial. La percepción de inestabilidad en los mercados puede llevar a una disminución en la inversión y el consumo, lo que a su vez podría frenar el crecimiento económico.
En resumen, el Banco de España se enfrenta a un panorama complicado y está tomando medidas para ajustar sus previsiones económicas en respuesta a la guerra comercial y sus efectos colaterales. La situación actual requiere una vigilancia constante y una adaptación rápida a los cambios en el entorno económico global, que sigue siendo incierto y volátil.