La torrija, un postre emblemático de la Semana Santa en España, ha sido el centro de atención en el reciente concurso de La Mejor Torrija de restauración de Madrid, celebrado en el marco de la 38ª edición del Salón Gourmets. Este certamen, organizado por la Asociación de Cocineros y Reposteros de Madrid (ACYRE), ha premiado a las mejores versiones de este dulce, que combina pan, leche, huevos, canela y azúcar, ingredientes que pueden variar según la creatividad de cada chef.
El ganador de este año ha sido Sergio Hernández, chef del restaurante Latasia, ubicado en el Paseo de la Castellana. Su torrija ha sido reconocida en la categoría tradicional, destacándose por su elaboración cuidadosa y su enfoque en ingredientes de calidad, todos provenientes de la Comunidad de Madrid. Hernández ha explicado que su receta, que ha permanecido inalterada durante casi una década, ha sido un éxito rotundo en su establecimiento, donde se ha convertido en el postre más vendido desde su introducción.
La clave de su torrija radica en el uso de un brioche especial, del cual se retira la corteza para lograr una textura suave y esponjosa. Este pan se deja en remojo en una mezcla de leche y otros ingredientes durante 24 horas, permitiendo que absorba todos los sabores. A diferencia de muchas recetas que optan por freír las torrijas, Hernández las tuesta en una sartén con mantequilla y azúcar, creando una capa caramelizada que añade un toque especial al postre. «Al comerla, se rompe con la cuchara y la torrija por dentro parece una leche frita muy cremosa», comenta el chef, quien ya había ganado este mismo concurso en 2019.
El segundo lugar en la categoría tradicional fue para la pastelería Formentor, una empresa familiar con más de 60 años de historia, que presentó una torrija elaborada con pan propio y mantequilla aromatizada con cítricos, además de utilizar miel de Madrid en lugar de azúcar. El tercer puesto fue para Marta Cárdenas, del catering Isabel Maestre, quien ofreció una versión clásica con un toque de naranja y limón, utilizando también leche de Priegola, una marca local.
En la categoría de innovación, el premio fue otorgado a Paula Beer, de Nude Cake, por su original propuesta de torrija en forma de profiterol, rellena de mousse de torrija y decorada con un vidrio de caramelos de violeta. Esta creación destaca no solo por su presentación, sino también por la complejidad de su elaboración, que requiere hasta cinco procesos diferentes. Beer, que ya había sido reconocida en años anteriores, busca siempre sorprender a sus clientes con propuestas artesanales y naturales, alineadas con las tendencias actuales.
La torrija de Latasia se ofrece en el restaurante a un precio de 7,50 euros, y Hernández espera que, tras este nuevo reconocimiento, la demanda se dispare nuevamente, como sucedió en su anterior victoria. La competencia en el certamen fue intensa, con un jurado compuesto por destacados profesionales del ámbito gastronómico, quienes evaluaron no solo el sabor, sino también la presentación y la innovación de cada propuesta.
Este concurso no solo resalta la importancia de la torrija en la cultura gastronómica española, sino que también pone de manifiesto la creatividad y el talento de los chefs madrileños, quienes continúan reinventando este clásico de la repostería. La torrija, que ha evolucionado a lo largo de los años, sigue siendo un símbolo de la Semana Santa, y su popularidad parece estar más viva que nunca, gracias a la dedicación de chefs como Sergio Hernández y Paula Beer, quienes mantienen viva la tradición mientras exploran nuevas fronteras culinarias.