La vida moderna, caracterizada por su ritmo acelerado y su dependencia de sistemas complejos, ha llevado a muchas personas a cuestionar su relación con la naturaleza y la comunidad. En este contexto, el concepto de ruralismo, promovido por la escritora Vanesa Freixa Riba, se presenta como una alternativa viable para recuperar la conexión con lo esencial y fomentar un estilo de vida más sostenible y comunitario. Su libro, «Ruralismo. La lucha por una vida mejor», invita a reflexionar sobre la posibilidad de vivir de manera más sencilla y autosuficiente, alejándose de la vorágine del capitalismo y la urbanización.
La autora, quien ha dedicado parte de su vida a la educación y la promoción de prácticas sostenibles, comparte su experiencia personal al mudarse a El Pallars Sobirá, en el Pirineo catalán. Allí, Freixa ha encontrado un espacio donde puede intentar ser autosuficiente y contribuir a su comunidad. Su enfoque se basa en la idea de que la verdadera libertad no radica en la acumulación de bienes, sino en la capacidad de depender de lo esencial y de la comunidad que nos rodea.
### La Desconexión del Mundo Rural
Uno de los principales argumentos de Freixa es que la desconexión entre el mundo rural y urbano ha llevado a una pérdida de conocimientos y habilidades que son fundamentales para la supervivencia. A medida que las poblaciones se trasladan a las ciudades, los saberes ancestrales, que han sustentado a las comunidades durante generaciones, se ven amenazados. La autora señala que esta pérdida de conexión no solo afecta a la producción de alimentos, sino que también debilita el tejido social, haciendo que las comunidades se vuelvan más individualistas y dependientes de sistemas externos.
Freixa enfatiza que, en un mundo donde la producción de alimentos está cada vez más deslocalizada, la soberanía alimentaria se convierte en un tema crucial. La dependencia de productos que viajan miles de kilómetros para llegar a nuestras mesas nos hace vulnerables a crisis económicas y ambientales. Por lo tanto, recuperar la conexión con la tierra y los ciclos naturales es esencial para construir comunidades resilientes.
La autora también critica la forma en que se ha desprestigiado el conocimiento de las personas mayores, quienes poseen una sabiduría invaluable sobre la agricultura, la medicina natural y la vida en comunidad. Este desprecio hacia el conocimiento tradicional ha llevado a una generación que, a pesar de vivir en un entorno donde la naturaleza debería ser parte de su vida, carece de las habilidades necesarias para interactuar con ella de manera efectiva.
### Hacia un Cambio de Paradigma
El ruralismo, según Freixa, no es solo un regreso a la vida en el campo, sino un cambio de paradigma que busca integrar lo mejor de ambos mundos: el urbano y el rural. La autora propone que, en lugar de ver la vida rural como algo arcaico o inferior, debemos reconocer su valor y potencial para ofrecer soluciones a los problemas contemporáneos. Esto implica fomentar la agricultura urbana, la creación de espacios verdes y la promoción de prácticas sostenibles en las ciudades.
Freixa argumenta que la clave para lograr este cambio radica en la educación y la concienciación. Es fundamental que las personas comprendan la importancia de sus elecciones diarias y cómo estas afectan no solo a su entorno inmediato, sino también al planeta en su conjunto. La autora aboga por un enfoque que priorice la justicia social y la equidad, donde todas las personas, independientemente de su origen, puedan contribuir y beneficiarse de un sistema más justo y sostenible.
Además, Freixa destaca la necesidad de un proceso de autoconsciencia que permita a las personas reconocer su papel en el sistema actual y cómo pueden rebelarse contra él. Esto implica cuestionar las normas establecidas y buscar alternativas que promuevan un estilo de vida más conectado con la naturaleza y la comunidad. La autora sugiere que, al hacerlo, no solo se puede lograr una mayor autonomía personal, sino también un fortalecimiento de las comunidades que nos rodean.
La visión de Freixa es clara: el futuro debe ser un espacio donde la comunidad y la naturaleza coexistan en armonía. Esto no solo es posible, sino necesario, si queremos enfrentar los desafíos del cambio climático y la crisis social que enfrentamos en la actualidad. La autora invita a todos a unirse a esta lucha por una vida mejor, donde la autosuficiencia y la colaboración sean los pilares de una sociedad más justa y sostenible.
En resumen, el ruralismo propuesto por Vanesa Freixa Riba es un llamado a la acción para repensar nuestra relación con el entorno y la comunidad. A través de su experiencia y reflexiones, la autora nos muestra que es posible construir un futuro donde la autosuficiencia y la colaboración sean la norma, y donde la vida sencilla no sea un lujo, sino una opción viable para todos. La lucha por una vida mejor comienza con el reconocimiento de lo esencial y la voluntad de trabajar juntos por un futuro más sostenible.
