La Agencia Tributaria de España ha reportado un incremento significativo en su recaudación fiscal, alcanzando un récord de 19.000 millones de euros, lo que representa un aumento del 13% en comparación con el año anterior. Este crecimiento se debe en gran parte a una intensificación de las inspecciones fiscales, que incluyeron cerca de dos millones de actuaciones de prevención y lucha contra el fraude fiscal durante el año 2024.
La recaudación se desglosa en varias categorías, donde aproximadamente 10.318 millones de euros provienen de la labor inspectora directa. Además, 7.554 millones se generaron a partir de la reducción de devoluciones fiscales, y 1.056 millones de euros fueron recaudados de declaraciones extemporáneas. Este aumento en los ingresos es notable, especialmente considerando que sin la denegación de solicitudes de devolución de pagos fraccionados en Sociedades, el crecimiento habría sido solo del 4,3%.
La Agencia Tributaria ha puesto un enfoque particular en grandes empresas y altos patrimonios, aumentando las inspecciones en un 6,3% en comparación con el año anterior. En total, se llevaron a cabo 46.407 inspecciones dirigidas a estos grupos, con un enfoque especial en multinacionales y empresas con facturación anual superior a seis millones de euros. Estas acciones resultaron en la regularización de bases imponibles de multinacionales por un total de 2.712 millones de euros.
Otro aspecto destacado de la labor de la Agencia Tributaria ha sido la atención a las grandes fortunas individuales. Se realizaron 1.264 actuaciones que resultaron en una liquidación de deuda tributaria de 524 millones de euros. Además, se ha intensificado la detección de falsos residentes en el extranjero, lo que ha permitido identificar a 127 contribuyentes que, aunque domiciliados en otros países, realmente residían en España. Esto ha facilitado la recaudación de 51 millones de euros, un aumento del 84% respecto al año anterior.
La vigilancia de cuentas bancarias en el extranjero ha sido otro frente clave en la lucha contra el fraude fiscal. Gracias a los permisos otorgados por la directiva comunitaria DAC y los acuerdos con Estados Unidos, se han detectado fondos no declarados de 727 contribuyentes, lo que ha llevado a la liquidación de 315 millones de euros, un 25,5% más que el año anterior. Desde la implementación de esta operativa en 2017, la Agencia Tributaria ha recaudado un total de 1.500 millones de euros de aproximadamente 4.000 contribuyentes.
La Oficina Nacional de Investigacion del Fraude (ONIF) ha contribuido a estos esfuerzos, elaborando 411 fichas de información tributaria que han generado ingresos de 315 millones de euros de 346 contribuyentes. Además, se han llevado a cabo 2.581 actuaciones inspectoras que han revelado un 11% más de ventas ocultas en comparación con el año anterior, regularizando cuotas por un importe de 431 millones de euros.
En cuanto a las sanciones, se ha observado un aumento del 21% en el cobro de cuotas y sanciones, alcanzando un total de 140 millones de euros a 1.488 contribuyentes. Este incremento se ha visto facilitado por operaciones de entrada y registro, así como por el uso de herramientas informáticas que han permitido realizar 1.600 volcados informáticos.
La Agencia Tributaria también ha intensificado el control sobre deducciones fiscales, especialmente aquellas relacionadas con la inversión en vivienda habitual y gastos deducibles en el IVA. En este sentido, se han realizado 4.250 requerimientos de información a terceros países, un 50,2% más que en 2023.
En el ámbito aduanero, Hacienda ha incautado más de 2,6 millones de cajetillas de tabaco, 79 toneladas de cocaína, 84 toneladas de hachís y 1,3 millones de productos falsificados. Estas acciones son parte de una estrategia más amplia para mejorar el cumplimiento voluntario de las obligaciones tributarias, que incluye el envío de cartas de aviso a contribuyentes sobre rentas no declaradas.
Durante la última Campaña de la Renta, se enviaron más de tres millones de alertas, lo que ha resultado en un ingreso de 1.055,8 millones de euros por autoliquidaciones extemporáneas. Las campañas enfocadas en ingresos relacionados con el alquiler de inmuebles han sido particularmente efectivas, incorporando 1,4 millones de declaraciones y elevando la base imponible en 9.022 millones de euros.