La historia del alpinismo en España tiene un capítulo destacado que merece ser recordado y celebrado. Este año, se conmemoran 90 años de la hazaña de dos jóvenes leonesas, María Isabel Pérez Pérez y Teófila Gao Pérez, conocidas como ‘Las Cainejas’, quienes se convirtieron en las primeras mujeres en escalar el Naranjo de Bulnes, también conocido como Picu Urriellu. Para honrar su legado, la Junta de Castilla y León ha encargado una escultura al artista Carlos Cuenllas, que será inaugurada el próximo 21 de septiembre en el marco de las Jornadas Mujer y Montaña, organizadas por la Federación de Deportes de Montaña y Senderismo en Posada de Valdeón y Caín.
La escultura, que se alzará sobre una base de roca caliza, busca reflejar la esencia de la hazaña de estas pioneras y su entorno natural. La figura del Naranjo de Bulnes será representada en acero corten, un material que no solo es resistente, sino que también simboliza la dureza de la montaña y la resiliencia de sus protagonistas. Además, un cordón de acero inoxidable trazará el recorrido del Paso Horizontal, marcando el itinerario histórico y simbolizando el vínculo inquebrantable entre las primas.
La obra no solo tiene un valor estético, sino que también está diseñada para ser un punto de interés turístico en Caín. El delegado territorial de la Junta de Castilla y León en León, Eduardo Diego, ha expresado su convicción de que este monumento servirá como un “punto focal” para dar a conocer una hazaña que ha sido injustamente olvidada. La escultura se iluminará por la noche, proyectando luz a través de las fisuras del acero corten, ofreciendo una perspectiva mística y convirtiéndose en un atractivo visual para los visitantes.
### La Gesta de ‘Las Cainejas’ y su Significado
La historia de María Isabel y Teófila es un testimonio de perseverancia y valentía. El 31 de julio de 1935, María Isabel, con solo 18 años, se convirtió en la primera mujer en alcanzar la cima del Naranjo de Bulnes. Una semana después, su prima Teófila, de apenas 15 años, realizó la misma hazaña, pero sin el uso de cuerda, lo que añade un nivel adicional de asombro a su logro. En una época en la que la escalada era un deporte predominantemente masculino y carecía de los medios técnicos que hoy consideramos básicos, su determinación y coraje son un reflejo del espíritu indomable del montañismo.
Además de su relevancia deportiva, la historia de ‘Las Cainejas’ tiene un profundo significado social. A diferencia de muchas alpinistas de su tiempo que provenían de familias acomodadas, María Isabel y Teófila eran de un entorno rural humilde en Caín. Su ascenso, logrado con escasos recursos y sin formación formal, se convierte en un símbolo de superación y un ejemplo de que el talento y la voluntad pueden florecer en cualquier circunstancia. Estas jóvenes, nietas del reconocido escalador Gregorio Pérez Demaría, conocido como el ‘Cainejo’, establecieron una conexión generacional con la historia del montañismo en el Naranjo.
La escultura de Carlos Cuenllas no solo busca recordar a estas pioneras, sino también inspirar a las nuevas generaciones. El delegado territorial ha destacado que la obra será una herramienta educativa, promoviendo el ejemplo de perseverancia y superación de barreras sociales que representaron María Isabel y Teófila. En un mundo donde la igualdad de género sigue siendo un tema de debate, el reconocimiento de estas mujeres en la historia del deporte es un paso importante hacia la visibilización del papel de la mujer en ámbitos tradicionalmente dominados por hombres.
### Un Evento que Celebra la Mujer y la Montaña
La inauguración de la escultura se llevará a cabo en el contexto de las Jornadas Mujer y Montaña, un evento que se desarrollará del 19 al 21 de septiembre en Posada de Valdeón y Caín. Este evento no solo celebrará la historia de ‘Las Cainejas’, sino que también buscará promover la participación de las mujeres en el montañismo y otros deportes de aventura. A través de diversas actividades, se espera que se genere un espacio de reflexión sobre el papel de la mujer en el deporte y la importancia de fomentar la igualdad de oportunidades.
La escultura de ‘Las Cainejas’ se erige como un homenaje no solo a dos mujeres que desafiaron las normas de su tiempo, sino también a todas aquellas que han luchado por abrir camino en un mundo que a menudo les ha sido adverso. Su legado perdurará en la memoria colectiva, inspirando a futuras generaciones a seguir sus pasos y a desafiar cualquier barrera que se interponga en su camino hacia la cima, ya sea en la montaña o en cualquier otro ámbito de la vida.