En el contexto del conflicto en Gaza, la situación se ha vuelto cada vez más crítica. La reciente declaración de hambruna en Ciudad de Gaza por parte de Naciones Unidas ha intensificado la presión sobre el gobierno israelí, liderado por Benjamín Netanyahu. A pesar de la grave crisis humanitaria, Netanyahu ha decidido retrasar la invasión terrestre a gran escala de la ciudad hasta que se movilicen los 60.000 reservistas que han sido convocados. Esta decisión ha generado un ambiente de incertidumbre y temor entre la población palestina, que ya enfrenta una escasez alarmante de alimentos y medicinas.
La ONU ha advertido que cerca de un millón de palestinos se encuentran en una situación desesperada, sin un lugar seguro al que escapar. La organización ha solicitado un alto el fuego urgente para poder enviar ayuda humanitaria, pero hasta ahora, las autoridades israelíes han desestimado estas peticiones. La situación se complica aún más con el anuncio de que la entrada por tierra se espera para mediados de septiembre, lo que deja a la población en un estado de vulnerabilidad extrema.
### La Resistencia de Hamás y la Estrategia Militar Israelí
La estrategia militar de Israel se ha centrado en desmantelar a Hamás, el grupo que controla Gaza. Netanyahu ha declarado que el objetivo es eliminar los bastiones de la milicia, lo que incluye la toma de Ciudad de Gaza y los campamentos centrales. Sin embargo, este enfoque ha sido criticado tanto a nivel nacional como internacional. Un 46% de los israelíes encuestados desea un acuerdo integral que ponga fin a la guerra, mientras que un 26% aboga por un alto el fuego inmediato, aunque solo se logre la liberación de algunos rehenes.
La presión sobre Netanyahu ha aumentado, especialmente después de que cientos de miles de israelíes se unieran a una huelga general y protestaran en Tel Aviv, exigiendo un acuerdo que garantice la seguridad de los rehenes. A pesar de esto, el primer ministro ha endurecido su postura, exigiendo la rendición de Hamás y el desarme completo del grupo como condición para cualquier negociación. Este cambio en la estrategia ha sido un revés para los mediadores que habían logrado avances en las conversaciones para una tregua temporal.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha informado que desde enero, 148 personas han muerto en Gaza debido a la desnutrición, lo que subraya la urgencia de la situación. La comunidad internacional ha comenzado a presionar a Israel para que detenga sus planes de invasión y permita la entrada de ayuda humanitaria. Sin embargo, el gobierno israelí ha respondido con desdén a las críticas, argumentando que la situación de hambruna es una exageración.
### La Dinámica de Poder y la Opinión Pública
La dinámica de poder en el conflicto entre Israel y Hamás es compleja y está marcada por la desconfianza mutua. Netanyahu ha utilizado la situación actual para consolidar su posición, a pesar de que su popularidad ha fluctuado en medio de la crisis. Un 27% de los encuestados considera que la mayoría de los israelíes apoya al primer ministro, lo que sugiere que, a pesar de las críticas, hay un sector significativo de la población que respalda su enfoque militar.
Sin embargo, la creciente presión de la opinión pública podría forzar a Netanyahu a reconsiderar su estrategia. Las manifestaciones masivas y la huelga general han demostrado que hay un deseo de cambio entre los ciudadanos israelíes, que buscan una solución pacífica al conflicto. La situación es aún más delicada dado que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha hecho comentarios que podrían desanimar a las familias de los rehenes, sugiriendo que la situación es más grave de lo que se cree.
La comunidad internacional observa con preocupación cómo se desarrolla la situación en Gaza. La falta de un acuerdo claro y la continua escalada de la violencia podrían llevar a una crisis humanitaria aún más profunda. La ONU y otras organizaciones humanitarias han hecho un llamado urgente para que se permita el acceso a la ayuda, pero la respuesta de Israel ha sido negativa hasta ahora.
En este contexto, la incertidumbre sobre el futuro de Gaza y la seguridad de los rehenes continúa creciendo. La población civil, atrapada en medio de un conflicto que parece no tener fin, enfrenta un futuro incierto mientras las negociaciones y las estrategias militares se desarrollan en un ambiente de tensión y desconfianza.