La situación de los incendios forestales en España ha alcanzado niveles alarmantes, con el Gobierno reportando 14 incendios activos que afectan a siete comunidades autónomas. Este contexto ha desatado una intensa disputa política, donde la gestión de la crisis se ha convertido en el centro de atención. Alberto Núñez Feijóo, presidente del Partido Popular (PP), ha centrado sus críticas en el ministro de Transportes, Óscar Puente, a quien acusa de frivolizar la situación y de no actuar con la seriedad que la emergencia requiere.
La visita de Feijóo al puesto de control de mando avanzado de extinción de incendios en Chandrexa de Queixa, Ourense, junto al presidente de la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda, subraya la urgencia de la situación. En este contexto, Feijóo ha exigido al Gobierno que solicite ayuda y recursos a la Unión Europea, argumentando que la crisis incendiaria es resultado de una falta de acción y de una gestión ineficaz por parte del Ejecutivo.
### La Frivolidad en la Gestión de Emergencias
Las críticas de Feijóo se centran en los comentarios realizados por Puente, quien, en un tono jocoso, hizo referencia a los incendios en Cádiz y la situación vacacional de Alfonso Fernández Mañueco, presidente de la Junta de Castilla y León. Este tipo de comentarios han sido considerados inapropiados por muchos, especialmente en un momento en que miles de hectáreas están siendo consumidas por el fuego. La respuesta del PP ha sido contundente, acusando al Gobierno de desentenderse de la crisis y de cargar la responsabilidad sobre las comunidades autónomas, muchas de las cuales están gobernadas por su propio partido.
El líder del PP ha enfatizado que la falta de acción del Gobierno central ha complicado la labor de las comunidades autónomas en la extinción de incendios. «Si el Ministerio del Interior, de Defensa o de Medio Ambiente hacen su trabajo, todo sería más fácil», ha declarado Feijóo, sugiriendo que la inacción del Gobierno ha contribuido a la magnitud de la crisis actual. Esta acusación se enmarca en un contexto más amplio de desconfianza hacia la gestión del Gobierno en situaciones de emergencia, un tema que ha resurgido tras la dana que afectó a la Comunidad Valenciana el pasado octubre.
### La Responsabilidad en la Gestión de Crisis
El debate sobre la responsabilidad en la gestión de crisis se ha intensificado en los últimos días, especialmente con la proximidad de las elecciones autonómicas en 2026. La estrategia del PP parece centrarse en deslegitimar la gestión del Gobierno, utilizando la crisis de incendios como un punto focal para cuestionar su capacidad de respuesta ante emergencias. El vicesecretario de Coordinación Autonómica y Local del PP, Elías Bendodo, ha sido uno de los voceros más activos en este sentido, exigiendo la dimisión de Puente por sus comentarios y sugiriendo que el Gobierno debe adoptar un enfoque más proactivo en la gestión de crisis.
Bendodo ha argumentado que el Gobierno solo actúa cuando se le solicita ayuda, lo que contrasta con la necesidad de una respuesta inmediata y efectiva ante situaciones de emergencia. Esta crítica se ha visto reforzada por la comparación que ha hecho entre la gestión de los incendios y la respuesta a la dana en Valencia, donde también se cuestionó la rapidez y efectividad del Gobierno en la atención a la crisis.
La situación actual no solo pone de relieve la fragilidad de la gestión de emergencias en España, sino que también refleja la tensión política que se vive en el país. La lucha por el relato sobre quién es responsable de la crisis incendiaria se intensifica, con cada partido político intentando posicionarse como el más competente en la gestión de emergencias. En este sentido, la figura de Puente se ha convertido en un blanco fácil para las críticas del PP, que busca capitalizar el descontento popular hacia la gestión del Gobierno.
Mientras tanto, las comunidades autónomas, en particular aquellas gobernadas por el PP, se encuentran en una posición complicada. Por un lado, deben lidiar con la crisis de incendios y, por otro, enfrentarse a las críticas del Gobierno central y de la oposición. La necesidad de una colaboración efectiva entre las distintas administraciones es más urgente que nunca, pero la polarización política dificulta la posibilidad de un enfoque unificado.
La crisis de incendios en España es un recordatorio de la importancia de una gestión de emergencias efectiva y de la necesidad de que los políticos actúen con responsabilidad y seriedad. La frivolidad en la comunicación y la falta de acción pueden tener consecuencias devastadoras, no solo para el medio ambiente, sino también para la confianza de la ciudadanía en sus líderes. En este contexto, la presión sobre el Gobierno para que tome medidas decisivas y efectivas es más fuerte que nunca, y la respuesta que dé a esta crisis podría tener repercusiones significativas en el panorama político del país en los próximos años.