En un esfuerzo por mejorar la conservación del alimoche común, una especie de ave carroñera en estado de vulnerabilidad, se ha lanzado un ambicioso proyecto en España. Esta iniciativa, promovida por la entidad AMUS-Acción por el Mundo Salvaje, busca colocar dispositivos GPS en un total de 17 alimoches, incluyendo 12 pollos y 5 adultos, para estudiar su biología y detectar las amenazas que enfrentan. En el presente año, ya se han instalado diez dispositivos en diez pollos y dos adultos, con el objetivo de obtener información valiosa sobre su uso del espacio y patrones migratorios.
**Colocación de Dispositivos GPS y su Importancia**
La colocación de dispositivos GPS en estas aves es un paso crucial para entender mejor su comportamiento y las dificultades que enfrentan en su hábitat. En Castilla y León, se han equipado cuatro pollos en las provincias de León, Salamanca y Zamora. Este seguimiento permitirá a los investigadores identificar las áreas que frecuentan, así como los peligros que pueden afectar su supervivencia, como el envenenamiento y las colisiones con infraestructuras.
La Consejería de Medio Ambiente de Castilla y León ha destacado que este proyecto no solo se limita a la colocación de dispositivos, sino que también incluye el análisis toxicológico de seis pollos. Este análisis es fundamental, ya que se ha observado que algunas parejas reproductoras han logrado criar dos pollos, lo que proporciona una oportunidad para estudiar la salud de las aves y los efectos de los contaminantes en su desarrollo.
El alimoche, conocido científicamente como ‘Neophron pecnopterus’, es el más pequeño de los buitres que habitan en España y se caracteriza por su distintiva silueta blanca y negra. Con cerca de 1.500 parejas reproductoras en el país, España alberga casi la mitad de la población europea de esta especie, lo que la convierte en un país clave para su conservación. Sin embargo, a nivel global, el alimoche está catalogado como ‘en peligro’, con una tendencia negativa en sus poblaciones.
**Amenazas y Desafíos para la Especie**
Las principales amenazas que enfrenta el alimoche en España son el envenenamiento y las colisiones, así como las molestias en sus áreas de reproducción debido a actividades recreativas y deportivas. Estas amenazas han llevado a que las poblaciones peninsulares y de Baleares sean catalogadas como ‘vulnerables’, mientras que las poblaciones de las Islas Canarias están en una situación más crítica, clasificadas como ‘en peligro’.
El último censo nacional, realizado en 2018, mostró una leve estabilidad en la población de alimoches en comparación con censos anteriores. Sin embargo, censos más recientes a nivel local han revelado descensos en varias comunidades autónomas, lo que subraya la necesidad de acciones urgentes para proteger a esta especie.
El seguimiento a largo plazo de las aves, que se prevé que dure entre 3 y 5 años, proporcionará información crucial para la gestión y conservación del alimoche en España. Además de los estudios sobre colisiones y envenenamiento, el proyecto también se enfocará en identificar otras amenazas menos visibles, como la presencia de tóxicos en el medio ambiente. Se ha identificado una serie de contaminantes, incluidos metales pesados, antibióticos y antiinflamatorios, que pueden tener efectos perjudiciales en las aves rapaces.
Los estudios toxicológicos realizados en el marco de este proyecto permitirán detectar los niveles de estas sustancias en las aves y evaluar su peligrosidad. Esta información no solo será valiosa a nivel local, sino que también contribuirá a una comprensión más amplia de la presencia de tóxicos en las poblaciones de alimoche en todo el país.
La colaboración entre diferentes comunidades autónomas, como Castilla y León, Aragón, Castilla-La Mancha, Extremadura y Navarra, es fundamental para el éxito de esta iniciativa. La unión de esfuerzos entre entidades gubernamentales y organizaciones no gubernamentales es clave para abordar los desafíos que enfrenta el alimoche y garantizar su supervivencia en el futuro.
La conservación del alimoche no solo es importante para la biodiversidad de España, sino que también tiene implicaciones para el ecosistema en su conjunto. Como ave carroñera, el alimoche desempeña un papel vital en la limpieza del medio ambiente, ayudando a descomponer materia orgánica y prevenir la propagación de enfermedades. Por lo tanto, proteger a esta especie es esencial no solo para su propia supervivencia, sino también para la salud del ecosistema en el que habita.