La Casa de Gustavo Fernández, situada en la calle Gil y Carrasco, número 5, es un ejemplo destacado de la arquitectura leonesa que combina tradición y modernidad. Diseñada por el arquitecto madrileño Gustavo Fernández Balbuena, esta edificación no solo es un hogar, sino también un testimonio de la evolución arquitectónica de principios del siglo XX en España. Con raíces leonesas en Ardoncino, Fernández Balbuena dejó una huella imborrable en la ciudad, y su obra se ha convertido en un referente para arquitectos y amantes del diseño.
### Un Diseño Innovador para su Época
En 1923, Gustavo Fernández Balbuena decidió construir una casa para sí mismo en un solar que poseía en la entonces prolongación de la calle “Alfonso el V”, hoy conocida como Gil y Carrasco. La edificación original ocupaba la mitad izquierda del actual inmueble y parte de la derecha, y fue ampliada posteriormente por sus herederos. Este edificio, que presenta muros de carga en dobles crujías formando una L, carece de sótano, lo que es inusual para la arquitectura de la época.
La planta baja alberga dos pequeñas viviendas que, en la actualidad, funcionan como locales comerciales. Estas se encuentran flanqueadas por dos tiendas que dan acceso a un portal con una escalera de 45 grados, que conduce a tres niveles donde se distribuyen las viviendas. Originalmente, el diseño contemplaba cinco viviendas, pero tras la ampliación, se transformó en un total de nueve. Esta adaptación demuestra la flexibilidad del diseño de Fernández Balbuena, que supo responder a las necesidades cambiantes de la comunidad.
La fachada de la casa es un elemento que destaca por su simetría y elegancia. En la base, se encuentra una sencilla portada axial que se integra armoniosamente entre los huecos de las tiendas. El cuerpo principal de la fachada está revocado en dos texturas, una lisa y otra rugosa, lo que añade un interés visual significativo. En el primer nivel, se puede observar una balconada central con dos vanos y una barandilla de exquisita geometría forjada, flanqueada por sencillas ventanas que complementan el diseño.
En el segundo nivel, la fachada se enriquece con dobles parejas de huecos arqueados, antepechos decorados y medallones mixtilíneos enmarcados, todos ellos unidos por una moldura recercada. La parte superior de la casa presenta ventanas sobre repisas, protegidas por una cornisa denticular que también resguarda el frente ampliado. Este último cuenta con una balconada simplificada, parejas de huecos arqueados e idénticas ventanas, culminando en un mirador poligonal de obra que rompe con la simetría del diseño, aportando un toque distintivo y original.
### Influencias y Estilo Arquitectónico
La obra de Gustavo Fernández Balbuena es considerada experimental y protorracionalista, con influencias de la arquitectura centroeuropea, pero siempre con un marcado carácter regionalista. Su enfoque se enmarca dentro de una tradición constructiva española que utiliza materiales humildes como el ladrillo, el revoco y la madera, pero que son manejados con una inteligencia y un sentido profundo que elevan la calidad estética de la obra.
La Casa de Gustavo Fernández no solo es un ejemplo de la habilidad técnica del arquitecto, sino que también refleja su sensibilidad artística. La fachada tripartita que diseñó sigue modelos palaciegos, lo que la convierte en una obra heredera del célebre Casino leonés. Esta conexión con el pasado arquitectónico de León es un testimonio de su deseo de integrar la modernidad con la tradición, creando un diálogo entre ambas épocas.
La influencia de esta obra se extiende más allá de León, ya que Fernández Balbuena intentó replicar este estilo en sus posteriores proyectos en Madrid. Su legado perdura en la ciudad, no solo a través de esta casa, sino también en la admiración que genera entre arquitectos, historiadores y ciudadanos que valoran la riqueza cultural y arquitectónica de León.
La Casa de Gustavo Fernández es, sin duda, un emblema de la arquitectura leonesa, un lugar donde se entrelazan la historia, la cultura y el arte. Su diseño innovador y su conexión con la tradición hacen de este edificio un punto de referencia indispensable para quienes deseen explorar la riqueza arquitectónica de León y comprender mejor la evolución de la arquitectura en España durante el siglo XX.